Voces ya no veladas: la importancia del diálogo y la escucha activa de las facultades de medicina en la educación para la salud sobre sexualidad y prevención del sida en la población anciana

Resumen

El tema de la sexualidad en la vejez está lleno de prejuicios, estigmatizaciones y discriminaciones, provenientes de los más diversos sectores sociales. Esta asignación de desexualización dada por la ideología social a la población geriátrica contribuye en gran medida a la desinformación sobre la práctica sexual segura por parte de este colectivo. Desde esta perspectiva, los datos de DATASUS 2019 reflejan este escenario al mencionar que se registraron alrededor de 1059 muertes de individuos pertenecientes a la población adulta mayor, entre las 7773 muertes causadas por complicaciones derivadas de la infección por VIH. Por lo tanto, ante estos datos, es cada vez más necesario realizar acciones encaminadas a la promoción y educación en salud de las personas mayores. Con este objetivo, a partir de las experiencias de estudiantes de medicina con ancianos del grupo “Idosos da Alegria de Viver”, a través de la aplicación del cuestionario Sexualidad en la Tercera Edad y la distribución de folletos que abordaron los principales puntos sobre el virus VIH y SIDA fue posible implementar estas acciones educativas para estos datos públicos. De esta manera, a través del diálogo y la escucha activa de los participantes de la investigación, los estudiantes pudieron extraer que cerca de la mitad de los entrevistados expresaron no saber cómo proceder ante una posible infección por VIH y desconocer sobre la profilaxis preexposición al VIH, demostrando así las carencias presentes en el área de la salud. Por lo tanto, con la participación de académicos en el proyecto de investigación, fue posible que el estudiante experimente la implementación de acciones educativas en salud para el público objetivo, con el fin de contribuir a la mejora de la relación médico-paciente y una escucha activa más humanizada así como el diálogo intergeneracional de los médicos en construcción con sus futuros pacientes. De esta forma, las voces de los ancianos que llevaban velo comenzaron a ser escuchadas por todos, incluidos los profesionales de la salud, ya sea durante o después de la capacitación, porque todo ser humano tiene derecho a ser escuchado.