
Hitos en la legitimación del Teatro para Audiencias Jóvenes en el Chile de la década del 2000
Catalina Villanueva, Héctor Ponce de la Fuente, Paulo Olivares, Camilo Rossel
Florianópolis, v.2, n.44, p.1-26, set. 2022
escolares (Silva, 10/03/21). De hecho, alrededor de un 65% de las ventas hacia
mediados de los 2000 correspondía a un público escolar (Stranger, 12/01/21). Sin
embargo, como explica María Inés Silva, la llegada de Inés Stranger a la dirección
del TEUC intentó relevar el compromiso social y educativo que formaba parte de
los principios fundantes de la institución (10/03/21). Esto llevó, entre otras acciones,
a la gestación del Programa de Formación de Audiencias, siendo “el primer servicio
o área de públicos en una institución cultural” en Chile (Silva, 10/03/21). El Programa
importaba a territorio nacional la noción de mediación cultural que María Inés Silva
había conocido en Francia. En lo relativo a las audiencias jóvenes esto se tradujo
en que el TEUC comenzara a generar producciones propias orientadas
específicamente hacia un público infantil y adolescente. Así, de una lógica
mayormente monetaria centrada en la venta de funciones a escolares, se pasó a
un enfoque de democratización del arte que permitiera un mayor acercamiento
de este público al teatro (Silva, 10/03/21). Según Inés Stranger, las obras infantiles
creadas durante su dirección alcanzaron logros artísticos significativos, siguiendo
la premisa de que “a los niños había que darles las cosas de la mejor calidad”
(12/01/21). Este renovado énfasis en el TPAJ estuvo acompañado de una
metamorfosis importante del material de apoyo en el aula que se entregaba a los
y las docentes que traían a sus estudiantes al teatro, material que hasta ese
momento consistía en fichas con actividades pedagógicas desarrolladas por el
equipo de ventas. Los cuadernillos de mediación que reemplazaron esas fichas
preservaban el propósito didáctico del material anterior, pero su afán educativo ya
no iba dirigido solamente hacia las conexiones con lo curricular o a la mera
comprensión de la obra de teatro. Los cuadernillos pretendían, más bien, “acercar
a los escolares no solo desde lo educativo pedagógico, sino que al proceso de
creación artística”, permitiéndoles vislumbrar el trabajo de búsqueda creativa que
conllevaba la puesta en escena (Silva, 10/03/21). Frente a esto es posible argüir
que, al develar el discurso estético detrás de la pieza teatral, incluyendo “reseñas
de autor, intenciones de la puesta en escena” y entrevistas a él/la director/a
(Stranger, 12/01/21), los cuadernillos de mediación del TEUC mantenían la
preocupación por lo formativo, pero orientándose hacia la formación del público
joven en los códigos y las disposiciones legítimas del arte teatral. De esta manera,
retornando a la lógica Bourdiana, es posible decir que la apuesta del TEUC