Reverberar: Arte y acontecimiento
Ángela María Chaverra Brand
Carlos Mario Jaramillo Ramírez
Florianópolis, v.1, n.43, p.1-25, abr. 2022
la sombra de lo singular porque como dice Deleuze (2012) no acontece entre dos
tiempos, entre los cuerpos o en la consciencia; se da en el cuerpo que late, que
vibra y reverbera como consecuencia de los acontecimientos que suceden en él,
volviéndolo activo. Se produce una resistencia a través de una contra-información,
que crea fugas a ese sistema:
La obra de arte no es un instrumento de comunicación. La obra de arte
no tiene nada que hacer con la comunicación. La obra de arte,
estrictamente, no contiene la mínima parte de información. Por el
contrario, hay una afinidad fundamental entre la obra de arte y el acto de
resistencia (Deleuze, 2012, p.14).
Como se asume en la investigación que realizamos al momento de presentar
este escrito, el acontecimiento, reverbera en un tiempo de Aión, generando un
quiebre a eso que hemos dado como la verdad, lo inamovible puesto que se crea
un pliegue, es decir una diferencia “y un cambio en la construcción de nuestro
universo simbólico y físico, se desbordan los límites que han establecido los
poderes, y así al menos en el arte, el acontecimiento se vuelve una Resistencia,
una fabulación, y con ello un nuevo acto de habla” (apud Chaverra, 2020, p. 264).
Por estas razones, Deleuze (2012) afirma que tanto en el en el acontecimiento
como en el acto de creación, no se comunica una idea, porque hay una
desinstalación del campo de sentidos, se fundan actos de habla que permiten
abrir el entendimiento, comprender el mundo desde puntos de vista diversos.
“Estos no pueden ser objetos de análisis o de hermenéutica, sino cartográficos,
topológicos. Parafraseando a Ordoñez (2011), un acontecimiento es una llovizna, un
caleidoscopio que forma constelaciones que son un propio esquema y no tienen
el carácter universal (apud Chaverra, 2020, p.264). Se crea el pliegue en el campo
de inmanencia y este a su vez es el fondo geográfico para que un acontecimiento
se produzca, la variación que cambia el sentido, una diferencia en el trazo, una
cartografía; por ello en Rizoma (2002) se habla de accidentes, agenciamientos, y
no de identidades llenas de atributos o adjetivos.
Los acontecimientos en el arte son de una hechura diferente a los de la
filosofía, ya que como se decía anteriormente no se asocian a conceptos, sino a
bloques de sensaciones, afectos y perceptos. Y ello no depende del creador, ni