ModaPalavra, Florianópolis, V. 17, N. 41, p. 283-337, jan/jun. 2024
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ModaPalavra e-periódico / Dossiê Moda e Emoções na Cultura do Consumo
social da sentido a la risa generada (Le Breton, 2018).
La risa, la sonrisa, la carcajada, con sus diferentes
intensidades y matices, están presentes en diversas esferas de
la sociedad, incluyendo el mundo digital, el consumo y la moda,
con sus productos, piezas publicitarias, provocaciones y parodias
en redes sociales, como hemos estudiado aquí. Como se discutió
por Daniel Miller (1987), la cultura material es fundamental en
la organización social de la vida moderna, ya que, a través del
consumo de bienes materiales, las personas clasican, jerarquizan
y socializan entre sí. Pero cuando consumen un producto, junto
con esa cultura material, las personas llevan consigo un conjunto
de afectos y signicados. La risa y las parodias sobre el consumo
de moda entran en ese circuito a través de la resignicación del
material, el producto, la marca e incluso de la comprensión de
lo que es bello (Cidreira, 2019).
La risa, de alguna manera, pertenece al mundo entero;
sin embargo, sus signicados y formas de manifestación son
diversos en cada época y lugar. En el ámbito digital, lo cómico
puede manifestarse de diversas maneras en las interacciones
entre usuarios, como por medio del “hahaha” y el “kkk” en
Brasil o el “jajaja” en países de habla hispana. Esa forma de
escritura se utiliza para representar la risa, reemplazando la risa
en voz alta y es reconocida por imitar el sonido de la risa. En las
redes sociales digitales, tales expresiones son elementos de la
interacción con otros usuarios.
De esta manera, si la risa puede acercarse a una reacción
espontánea, a un estado de contento interno, a veces incontrolable
y socialmente inapropiado, también puede signicar, de manera
diferente, un argumento para integrarse socialmente o incluso
una forma sutil o perversa de violencia, como en casos de acoso
escolar o acoso moral. Como escribe Le Breton (2018), la risa
es ambivalente. Y en lo que respecta al mundo de la moda, se
muestra como una emoción relevante, ya que, como escribió
Barthes (1979, p. 283), “la Moda es un orden del cual se hace
un desorden”. Ora, desordenar, desjerarquizar, mezclar son